quarta-feira, 5 de março de 2008

A crise Colômbia-Equador pelo olhar da Nicarágua


Concertación Latinoamericana para la Paz, ¡Ya!

Cuando salga a luz este artículo en END no sabemos que curso tomarán los acontecimientos en Sudamérica, la situación actual es muy explosiva y volátil. Pero como pacifistas no podemos sino compartir nuestra modesta contribución, en buena medida surgida de nuestra propia experiencia regional.
En artículos recién pasados, refiriéndonos al tema señalábamos, el factor de seguridad que para países vecinos a Colombia encierra su conflicto interno: el uso de territorios de países vecinos por fuerzas irregulares, migraciones, violaciones de la soberanía e integridad territorial de unos países a otros, la eventualidad de una conflagración entre dos o más países de la sub -región y la propia intervención en el conflicto, de los Estados Unidos (aún cuando esté atrapado sin salida en el conflicto de Irak), ya empiezan a despuntar.

1. Lo primero que queremos reiterar y enfatizar con carácter de perentorio es nuestro llamado a la concertación regional para evitar la guerra. Países como Centroamérica, México, Argentina, Chile y Bolivia, no sólo tienen intereses propios en que el conflicto no se propague, así mismo los países fronterizos casos de Brasil y Perú para no mencionar los países directamente afectados como Ecuador y Venezuela. Éstos también son países líderes que tienen un gran peso e influencia en la política y geopolítica continentales.

2. Aún con las reservas que históricamente ha generado la OEA, su Secretario General, José Miguel Insulza, podría encabezar una delegación de cancilleres de los países mencionados para in situ conocer la evolución de la situación, es decir visitar Colombia, Ecuador y Venezuela y ofrecer sus buenos oficios como interlocutores y mediadores. Esto de manera inmediata antes de que el fuego llegue a la pólvora y porque la paz es el bien más preciado de nuestro continente americano.

3. Las Naciones Unidas tienen también un rol que desempeñar en estos momentos, promoviendo al interior de su Consejo Seguridad una Resolución que llame a los tres países a no hacer uso, ni amenaza de uso de la fuerza en el marco del conflicto, eventualmente el envío de Cascos Azules.

4. El Movimiento de Países No Alineados (NOAL) como organización política de concertación –y siendo Colombia, Venezuela y Ecuador miembros del mismo− podría también emitir su propio llamado a no escalar el conflicto y enviar sus propias delegaciones a estos países miembros.

5. Todo lo anterior es a nivel de Estados, pero es aquí donde el movimiento por la paz a nivel mundial y latinoamericano debe hacer escuchar su voz, manifestándose creativamente en toda la infinita gama de formas: tomándose las calles, rodeando los cuarteles y bases militares, aclarando el carácter del conflicto, movilizando a la juventud y estudiantes, a las mujeres y niños, primeras víctimas de la guerra, etc.

6. La Iglesia Católica concretamente el Vaticano, El Papa Benedicto XVI por su enorme peso en la población católica del continente está llamado a intervenir por la paz desde Roma y a través de sus iglesias en los tres países.

7. Las Iglesias Evangélicas lideradas por el Consejo Mundial de Iglesias con su presencia significativa en estos países y su gran capacidad de movilización podrían ejercer presión sobre sus gobiernos estimular el diálogo y la concertación al interior de Colombia y entre los países afectados.

8. Los medios de comunicación. Algunos dicen que su objetividad está dependiendo de su visión del conflicto a uno u otro lado de la contienda: con Colombia o Venezuela; con las FARC o con el Gobierno. La verdad es que los medios de comunicación para ser objetivos no pueden alinearse por la guerra, ni alimentar el chovinismo, sino apostar por la paz, informado verazmente a la sociedad y aportando ideas, propuestas que lleven a una salida de diálogo, negociación y sobre todo acuerdos satisfactorio para las partes, para que estos sean duraderos.

9. Nicaragua, en concreto su gobierno y en particular el Presidente Ortega, está llamado a asumir un papel de liderazgo mediador en esta crisis que amenaza toda América Latina. Nuestra Iniciativa Mundial de Reconciliación introducida por el estado nicaragüense y aprobada por la Asamblea General (2006, A/RES/61/17), es el instrumento que el Comandante Ortega tiene en sus manos para intervenir constructivamente en la crisis.

10. Centroamérica, como una especie de retorno al gran papel pacificador que los países Sudamericanos y México tuvieron en nuestra región en los años 80’ debe volcar su experiencia y conjurar la amenaza de la guerra.

Managua, 03 de marzo de 2008

Denis Torres
Instituto “Martin Luther King”
UPOLI

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