Recebo de Francisco Martínez um relato do impacto da epidemia da Gripe Suína (na verdade influenza) sobre a educação do México:
"El primer efecto consiste en que se han suspendido todas las actividades escolares en todo el sistema educativo del país, desde centros preescolares hasta las universidades. No se pueden desarrollar ningún tipo de actividad escolar. La suspensión de actividades también se ha extendido a museos y sitios arqueológicos. En algunos lugares se han suspendido los cines y teatros. Como es evidente se ha detenido las actividades educativas y culturales del país.
Un segundo efecto consiste que se han estancados los proyectos de investigación, especialmente, aquellos que se desarrollan dentro de guarderías, estancias infantiles, hasta las aulas universitarias. Algunos proyectos sufrirán retrasos y algunos otros no se podrán recuperar. Además, los procesos de evaluación de la educación básica se verán afectados. La prueba ENLACE fue parcialmente aplicada en algunos estados del país, pero se ha detenido hasta nuevo aviso. La situación complica la aplicación de esta evaluación, los resultados de los estudiantes y la interpretación de los resultados.
Un concepto integral de calidad educativa
La situación nos invita a la reflexión sobre el concepto de calidad educativa. Desde hace algunos años, algunos evaluadores, expertos e investigadores, plantean la necesidad de contar con un concepto amplio de calidad educativa que incluya componentes de salud y seguridad.
En nuestro trabajo de evaluación de la calidad educativa hemos encontrado que los componentes de salud y seguridad en los centros escolares causan extrañeza y duda en los políticos, autoridades, docentes y familias. Los datos que hemos recopilado del sistema educativo nos muestran que existen debilidades en estos componentes, ya que muchos centros no cuentan con agua corriente, jabón, toallas, se pone poca atención a la salud de los estudiantes, y no existe una buena vinculación entre el sistema de salud y los centros escolares. Estos componentes se consideran costosos y con poca relación con el proceso de aprendizaje.
En nuestra experiencia de evaluación de la calidad, los componentes de seguridad y salud, al mostrar debilidades, han generado conversaciones con directores y docentes que han permitido tener una visión diferente del significado de un centro educativo; que debe ser un lugar saludable, seguro y que potencia el aprendizaje humano. De hecho, los indicadores de seguridad y salud se vinculan directamente con la calidad, pues los centros escolares que tienen mejores niveles de calidad educativa son aquellos que ponen atención a la higiene, aseo e instalaciones, además de estar pendientes de los procesos pedagógicos y de gestión. Sin embargo, nuestro trabajo se limita a un número modesto de centros, comparado con la magnitud del sistema educativo mexicano.
La aparición de un nuevo virus agresivo nos invita a reconsiderar la importancia de los aspectos de salud y seguridad de nuestros centros educativos.
El regreso a los centros escolares
La situación precaria de los centros escolares, desde jardines de niños hasta universidades, en aspectos de salud y aseo, tienen preocupados a las autoridades educativas de nuestro país. La falta de agua potable, jabón, toallas e implementos de limpieza pueden contribuir a que la epidemia tenga una larga duración, o que sea necesario prolongar la suspensión de las actividades escolares y culturales del país.
Me parece que necesitamos crear una visión a mediano y largo plazo para convertir a los centros educativos en lugares seguros, saludables, y que potencian el aprendizaje humano y no ser considerados como una de las principales fuentes de contagio como ocurre en México en estos momentos.
Otra opción que es necesario revisar, es la utilización de Internet para reactivar las actividades escolares y culturales, sin embargo, en nuestro país solamente el 24% de la población tiene acceso a este medio. Otra limitación es la poca penetración de las nuevas TIC´s en el sistema educativo y cultural. Hace apenas algunos días que plantea la posibilidad de digitalizar la bibliotecas públicas. En este sentido, a pesar de las posibilidades que tiene Internet, en el presente, nuestro país no tiene una política educativa que permita acceder a contenidos escolares y actividades que realizar a través de Internet. En este escenario es la televisión el medio más cercano a los 33 millones de estudiantes que se encuentran en su casa por la suspensión de clases. Esta realidad me lleva a cavilar sobre la importancia de crear acceso a la educación y cultura fuera del salón de clases y repensar la utilización de las nuevas TIC´s en el sistema educativo de México."
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